![Michael Cheval](https://textosprohibidos.wordpress.com/wp-content/uploads/2014/12/michael-cheval.jpg?w=200&h=172)
Obra de Michael Cheval
Partitura: Registro gráfico en el que se recogen todas las partes para voces o instrumentos de una composición musical. Para una buena lectura, todos los signos que tienen que sonar, o callar, simultáneamente, deben aparecer superpuestos en una línea vertical, siguiendo las reglas de una correcta escritura musical.
Polifonía: Varias voces juntas, independientes rítmica y melódicamente, cada una con su idea musical, pero aun así conjuntando entre ellas. Si la textura polifónica lleva texto, éste no se entenderá con tanta claridad como en la textura homofónica, en la que la melodía destaca sobre el acompañamiento.
Preludio: Pieza instrumental que precede obras vocales como canciones, madrigales, himnos, etc. o instrumentales, principalmente fugas. En el siglo XVII se utilizaban como sinónimos Praeambulum, Intrada, Fantas¡a, Toccata… La costumbre de anteceder a fugas llevó a la formación de la pareja toccata y fuga en Bach
Prima donna: (Primera mujer) Cantante principal femenina en una ópera
Primo uomo: (Primer hombre) Cantante principal masculino en una ópera
Recitativo: Como resultado de los ataques de la Camerata Florentina a la música renacentista, en la que la poesía «queda hecha jirones», nace el Recitativo, en el que la música queda completamente subordinada a la poesía, de modo que el ritmo y las pausas dependen del texto literario. El Recitativo es una forma de hablar entonada, un canto hablado pero en un tono más alto. En el Barroco, desde el primer momento, se interpretó el Recitativo con gran vehemencia, tratando de evocar toda clase de sentimientos o pasiones: los afectos, de una forma desconocida hasta entonces. Pero se podían distinguir diferentes estilos; por ejemplo, el anuncio de un mensajero, en el que la acción no avanza, se expresaba de una manera más sencilla y con pocos cambios de armonía: es el stile narrativo, estilo narrativo. Más exuberante era el stile rappresentativo, estilo representativo, reservado para los protagonistas.
En el siglo XVIII quedan establecidos el recitativo secco, seco, acompañado por un instrumento (bajo continuo) y el recitativo accompagnato, acompañado por la orquesta y también llamado arioso. El recitativo accompagnato está más adornado que el secco y se encuentra entre éste y el aria.
En los recitativos de las óperas francesa e inglesa del Barroco se dio mayor realce al ritmo, a costa de la melodía y del interés armónico
El recitativo francés sigue los acentos hablados del texto francés, por lo que hay muchos cambios de compás; y usa melodías que se repiten como un estribillo
Singspiel: Tipo de ópera en alemán en el que se alternan los diálogos hablados y los cantados. Los temas combinaban cuentos, idealismo, magia, sentimentalismo… Antes de Mozart era un género humilde, pero este genial músico lo engrandeció en El Rapto en el Serrallo y lo elevó a la categoría de gran ópera con La Flauta Mágica.
Sonata: Surge en Venecia a finales del siglo XVI. En su origen, sonata significaba obra para ser sonada en un instrumento de arco; igual que la Cantata era, en principio, una obra que debía cantarse y la Toccata una obra para ser tocada en un instrumento de tecla. Es decir, son todos significados que hacen referencia a una forma de ejecución no a una forma musical.
Aunque con el paso del tiempo se concretaron más sus características, la sonata nunca fue una forma definitiva o cerrada como, por ejemplo, la obertura francesa. No obstante, en el Barroco se estandarizan algunos tipos, como la sonata de cámara y la sonata de iglesia.
En el Clasicismo, al referirnos a la forma sonata, hablamos de una manera de componer, de un procedimiento: cada sonata tiene sus propias leyes y no existe una «receta» que se pueda imitar. Este procedimiento <<produjo una gran variedad de formas, todas ellas con cierto derecho a llamarse «sonatas»>> (Rosen). Al mismo tiempo hay cierto tipo de obras llamadas específicamente sonatas, que, claro está, también utilizan ese mismo procedimiento.
La sonata del Clasicismo tiene tres o cuatro movimientos. El 1º, rápido, en la forma sonata o movimiento de sonata; el 2º, lento, con forma de lied o de tema con variaciones; el 3º, que suele ser un minueto; el 4º, rápido, es un rondó o de nuevo movimiento de sonata.
De todos estos movimientos, el primero de ellos -y a veces el cuarto- es el que corresponde al procedimiento al que nos referimos: es la forma sonata o de movimiento de sonata. Este movimiento de sonata consta de una Exposición, en la que se exponen los temas; de un Desarrollo, en el que se trabajan los temas de la exposición; de una Reexposición o Recapitulación, que reitera la exposición; y de una Coda, con la que se termina el movimiento. En el Desarrollo es cuando el compositor maneja el material con mayor libertad en la utilización de los temas, en los cambios de tonalidad, en la extensión e, incluso, añadiendo temas nuevos más o menos relacionados con los iniciales.
Todas estas características hicieron que, en el Clasicismo, la complejidad de sentimientos que tiene lugar a veces en el desarrollo de la acción teatral encontrase el paralelo musical más apropiado en el estilo sonata, ya que esa intrínseca flexibilidad de la forma le proporciona una gran capacidad para describir musicalmente las emociones más contradictorias. Mozart, con este procedimiento, logró entrelazar la tensión dramática y la musical, y a eso se refiere cuando compara la sonata con los personajes de los libretos de Da Ponte, a los que «no conocemos de golpe sino que su personalidad se va desarrollando a lo largo de la obra»
En el Clasicismo las sonatas podían estar escritas para diferentes formaciones. Así, una sonata para gran orquesta era una sinfonía; una sonata para un instrumento oponiéndose a la orquesta era un concierto. También había sonatas para uno, dos, tres o cuatro instrumentos.
Sturm und drang: Título de la tragedia de Klinger, de 1776, que se podría traducir por Arrebato e ímpetu o Tempestad e impulso, o, como aquí, por Arrebato y empuje… que preconizaba la rebeldía del individuo contra la sociedad, que dio nombre al movimiento fundado por Goethe y Schiller y abrió para Alemania y Europa los cauces del Romanticismo…
Tragédie Lyrique: (o Tragédie en Musique) Equivalente francés de la ópera seria. Los temas son mitológicos o sobre leyendas y héroes históricos. Había un largo prólogo en el que se adulaba al rey y se exaltaba la nación francesa. Es un símbolo del fasto cortesano y de los privilegios de clase. Musicalmente contiene recitativos, arias, concertantes, coros, música de ballet, piezas instrumentales y la obertura francesa. Con la Tragédie Lyrique se crea la ópera nacional francesa. El único compositor es Lully, ya que éste, mediante astutas intrigas, se libró de sus competidores consiguiendo del rey la exclusiva para componer y representar óperas. El libretista era Jean-Phillippe Quinault. Lully adaptó el recitativo a la declamación empleada en el teatro francés, precisando en su escritura el tipo de ejecución que deseaba. Además de la obertura y el recitativo, también el aria era típicamente francesa.
Virtuosismo: Dominio de la técnica del arte de tocar un instrumento musical o de la voz cantada
Virtuoso: Artista que domina la técnica del arte de su instrumento musical, o de su voz en el canto (Esta última precisión es innecesaria si consideramos a la voz un instrumento musical)
Vocalizar: Hacer ejercicios preparatorios para el canto, tales como escalas, arpegios u otras figuras melódicas, sin decir palabras ni notas, sólo vocales.
Voces humanas:
–Voces de mujer, enunciadas de agudo a grave: soprano, mezzo-soprano y contralto.
–Voces de hombre, también en orden agudo-grave: tenor, barítono y bajo.
Dentro de cada una de estas categorías también puede haber algunas diferencias que explicamos a continuación.
–Voces de mujer
Soprano ligera: Tiene un timbre más juvenil por lo que suele interpretar personajes de mujeres jóvenes.
Soprano lírica: El timbre es algo más denso y agradable. La Pamina de La Flauta Mágica de Mozart es interpretada por una soprano lírica.
Soprano dramática: La voz femenina más espesa y potente; muy utilizada en los dramas wagnerianos -óperas de Richard Wagner- del siglo XIX.
Soprano-coloratura: Capaz de gran agilidad y virtuosismo. Un ejemplo destacado es la Reina de la Noche de La Flauta Mágica de Mozart.
Mezzo-soprano: (medio soprano), Es la voz femenina intermedia entre soprano y contralto.
Contralto: Es la voz más grave de las mujeres lo que le da una gran capacidad dramática.
–Voces de hombre
Tenor lírico: Es el equivalente masculino de la soprano lírica, adecuado para protagonistas románticos. Tamino, en La Flauta Mágica de Mozart es interpretado por un tenor lírico.
Tenor heroico: Es una voz poderosa, a la vez que expresiva y ágil, muy propia de personajes de dramas wagnerianos.
Tenor bufo: Por ejemplo el relevante personaje de Pedrillo, un astuto criado de ascendencia española, en El Rapto en el Serrallo de Mozart.
Barítono: Voz masculina intermedia entre tenor y bajo. Papageno en La Flauta Mágica de Mozart es para voz de barítono.
Bajo de carácter: el misógino Alfonso, que pretende demostrar la falsedad de las mujeres en Cosi fan tutte de Mozart.
Bajo bufo: Osm¡n, malvado y necio guardián del serrallo en El Rapto en el Serrallo, de Mozart.
Bajo serio: la voz solemne y profunda de Sarastro en La Flauta Mágica.
Contratenor: Es una voz más aguda que la de tenor. Tiene un timbre muy especial, cercano a la voz de contralto femenina. Los contratenores consiguen su timbre por medio de la técnica, no por procedimientos artificiales como los castrati, (castrato en el singular del italiano) que en la actualidad, evidentemente, no existen.
Aquí se muestra un ejemplo de la voz de contratenor
https://www.youtube.com/watch?v=tQxTkTw4cCY
(Sound the trumpet, de Purcell, por dos contratenores, con pequeño desmadre y vuelta al orden hacia el final. Muy buenas las voces, magistral la música y espectacular el número)
Zarzuela: Género dramático-musical típicamente español en el que se alternan las escenas habladas con las cantadas. Surge en el siglo XVII y aquí toma el nombre de zarzuela debido a que en las inmediaciones del palacio real en el que se representaban había muchas zarzas. La zarzuela de este periodo trata temas mitológicos y fantásticos y no tiene nada que ver con las zarzuelas del XIX.
A mediados del siglo XIX algunos músicos españoles, ante la imposibilidad de competir con la ópera italiana, retoman el viejo género y crean una nueva zarzuela, denominada Género grande o Zarzuela grande, de tres actos, temas históricos españoles y sabor hispano. De este periodo destacamos a Francisco Asenjo Barbieri, el promotor principal, con grandes obras como El Barberillo de Lavapiés o Pan y Toros. En 1856 se inaugura el Teatro de la Zarzuela. Hacia 1880 aparece una nueva versión de zarzuela: el denominado género chico, de un solo acto y temas populares. En este «género chico» se logran muy buenos resultados con títulos como La Gran Vía de Chueca; La Verbena de la Paloma de Bretón; La Revoltosa de Ruperto Chapí…
Después de un periodo de decadencia a partir de 1900, resurge de nuevo en 1920 con autores como Amadeo Vives: Bohemios, Doña Francisquita; Pablo Sorozábal: Katiuska, La Tabernera del Puerto; Federico Moreno Torroba: Luisa Fernanda…
KolordeCítara
FIN DE GLOSARIO