(14) Sobre las dificultades de Mozart para imponerse como músico en su tiempo
«…Comprendemos bien que Mozart no es consciente de esto. Se siente libre de todo compromiso, tiene importantes referencias profesionales, imagina que todo es sencillo. Pero Maximiliano piensa que tiene ante él a un joven doméstico que ha sido puesto en la calle por su amo (Colloredo ha transformado la dimisión de Mozart en despido). Tomarle a su servicio es hacer una afrenta a este amo, y este amo es un vecino importante, muy considerado en la corte de Viena. No se trata de un cálculo político, es una reacción social inmediata; hay cosas que no se hacen entre gente de mundo… ¿Cómo no iba a tener razón su vecino de Salzburgo en despedir a este joven insubordinado, apremiante y pretencioso? No es ciertamente de la madera de la que se hacen los buenos domésticos… Wolfgang no sospecha nada de esto… Cinco años de servidumbre no le han enseñado todavía el código que conviene a un lacayo modelo que va a solicitar un buen empleo. (Morirá, por cierto, sin haberlo asimilado jamás)…»
(De Wolfgang A. Mozart de Jean y Brigitte Massin)
(15) Sobre trabajo y diversión en Mozart
«…El letargo que se había apoderado de él en Salzburgo está ya muy lejos. Ahora le vemos en el colmo de la exaltación del creador que se sabe con plena libertad de acción, sumergido por completo en un trabajo que está en perfecta conveniencia con sus más queridos deseos, fundiéndose con la obra que extrae lo mejor de él. Desde su llegada a Munich está poseído por esta alegre fiebre creadora. Él, tan apasionado de los espectáculos, que no faltaba a una sola representación en Salzburgo, va sólo una vez al teatro en Munich, recién llegado, y después renuncia «…porque es por la noche cuando compongo mejor…» «…Cada minuto tiene mucho valor para mí…» escribe Mozart el 22 de noviembre (de 1780), excusándose por no enviar más que breves noticias suyas a Salzburgo. Su trabajo le ocupa por completo. Tiene un fuerte catarro que le impide salir durante muchos días, y le afecta hasta el extremo de quitarle por completo el apetito. Pero las repercusiones que este estado delicado pueden tener en su trabajo son nulas… como casi todo creador… está entregado por completo a la gestación, y como aislado del mundo por su propio fuego… Pero ahora, despojado de este enorme trabajo, y con honor, Mozart da rienda suelta a su juventud; se lanza impetuosamente a las diversiones del carnaval de Munich, entre los amistosos ágapes con que le obsequian sus amigos…»
(De Wolfgang A. Mozart de Jean y Brigitte Massin)
(16) Información sobre la voz –o voces- del castrado en la película Farinelli, il castrato: Dos cantantes para una sola voz
«…Recrear una voz cuya extensión y timbre se pudiera acercar a lo que cuentan sobre Farinelli los cronistas, era uno de los mayores retos con los que se enfrentaba Gerard Corbiau. Aunque en la actualidad algunos cantantes pudieran alcanzar este registro sonoro, no conseguirían los matices y la flexibilidad de estas deslumbrantes voces, por lo que hubo que recurrir a dos cantantes: la voz de un contratenor y la de una soprano. El primero se ocupó de las partes más graves, la segunda de las más agudas. Tras un arduo proceso de selección se eligió al contratenor Derek Lee Ragin y la soprano Ewa Mallas Godlewska
“Realizar una película sobre un castrado significaba que la voz iba a ser el elemento determinante en la dramaturgia, uno de los principales entramados del guion. Teníamos que hacer escuchar una voz inaudita, una voz nunca antes escuchada Entonces se me ocurrió una idea perfectamente loca ¿Por qué no jugar con dos voces alternadas? La voz de estos asombrosos seres tenía características masculinas, femeninas e infantiles. El abarcar un registro musical extremadamente amplio nos permitía exhumar algunas partituras arrinconadas y que hoy día se consideran difíciles de interpretar. Estábamos ante un reto apasionante que había que afrontar y que nos embarcó en una aventura que duró casi dos años”.
El proceso fue muy lento y laborioso. Primero se elaboró la banda sonora bajo la dirección del musicólogo e ingeniero, Jean Claude Gaberel. Las grabaciones se efectuaron en una sala de conciertos acompañados por la orquesta para que tuvieran la frescura y el calor del directo; de este modo los dos cantantes grabaron sucesivamente con la formación de Cristophe Rousset, “Talens Liriques”. Después en la fase de grabación hubo que enlazar las dos voces para cubrir la extensión vocal requerida. Una vez finalizado el montaje de la banda sonora, quedaban diez meses de laborioso trabajo con los ingenieros de sonido con el fin de homogeneizar los timbres de los dos cantantes y dotar a Farinelli de una voz propia, con las características humanas de las originales…»
(De la información sobre la película facilitada en Cines Renoir)
Selección de lecturas, septiembre de 1999 por
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